Los presidentes de China y Rusia publicaron este viernes una declaración conjunta criticando contra la influencia estadounidense y el papel de las alianzas militares occidentales a través de la OTAN en Europa y en Asia, considerándolas desestabilizadoras.
En este documento, adoptado durante el encuentro entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su contraparte china, Xi Jinping, en Pekín, los dos países denunciaron “la influencia negativa de Estados Unidos para la estabilidad y una paz justa” en el mundo.
El encuentro se produjo el mismo día de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, y Putin mencionó la necesidad de abandonar la dependencia a los Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
Xi y Putin se opusieron “a cualquier ampliación futura de la OTAN”, retomando la exigencia de Rusia para lograr calmar la tensión con los países occidentales por Ucrania y pidieron a la “Alianza Atlántica que renuncie a sus puntos de vista ideológicos que datan de la Guerra Fría”.
Rusia y China defienden la idea de “indivisibilidad de la seguridad”, en la que se basa Moscú para pedir que la OTAN salga de su zona, argumentando que la seguridad de unos no se puede lograr en detrimento de la seguridad de otros, pasando por alto así el derecho de cada Estado, y por tanto de Ucrania, a elegir a sus aliados.
Los dos países también denunciaron la “influencia negativa de Estados Unidos para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico”. Concretamente, mostraron su “preocupación” por la creación en 2021 de la alianza militar entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, conocida como Aukus, estimando que esta asociación, centrada sobre todo en la fabricación de submarinos nucleares, “afecta a cuestiones de estabilidad estratégica”.
La creación de Aukus fue criticada por China, pero Estados Unidos la considera una prioridad para ahondar su presencia en la región y hacer contrapeso a Pekín.
China y Rusia también firmaron varios acuerdos cuyo monto no se hizo público. Uno de ellos, por ejemplo, prevé el suministro de 100 millones de toneladas de crudo ruso a China vía Kazajistán en los próximos 10 años.