Una tremenda bronca en el partido de Querétaro contra Atlas, en el estadio de La Corregidora de Querétaro, dejó como saldo 15 muertos y cientos de heridos, cifra extraoficial hasta el momento.
La cifra de muertos y heridos podría aumentar, puesto que la pelea campal se extendió de la cancha, hasta los accesos y las calles contiguas del estadio.
La porra enardecida de Querétaro, aprovechando la superioridad numérica, se avocó a ubicar aficionados del Atlas para golpearlos y desnudarlos. Los muertos quedaron en el terreno de juego y en las instalaciones del estadio.
Tanto la policía y los guardias del recinto deportivo quedaron rebasados y ahora se cuestiona la seguridad de la Liga MX, plagada de analfabetas fanáticos en sus gradas.
Mientras en otros países del mundo muere gente por conflictos étnicos, raciales y económicos, en México los retrógradas pamboleros se matan por el sentido de pertenencia a los equipos de la mediocre liga de fútbol mexicano, que nada gana a nivel de equipos ni de selección, fuera de la deprimente Concacaf.
El partido que iba ganando el campeón Atlas, fue suspendido al minuto 63, cuando aficionados invadieron la cancha para resguardarse y huir de la violencia que afloraba en las gradas.
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