Colima. – La política de “abrazos no balazos” de AMLO tampoco funciona en Colima, estado cuyos habitantes prefieren encerrarse desde tempranito en sus casas para evitar los constantes topones entre grupos criminales.
De acuerdo con los reportes, la mayoría de los comercios cierran temprano o permiten a sus empleados salir un poco antes, pues los balazos comienzan en la noche, cuando se supone que la Guardia Nacional debería hacer… ¡Pues guardia! Aunque también durante el día se presentan fuertes rachas de violencia.
La situación es tensa e inédita, pues son pocos los bares y restaurantes que siguen abiertos después de las 21:00 horas, y para las 23:00 horas la vida nocturna desaparece de lugares en donde turistas y comunidad local acudía para fines de diversión y esparcimiento.
Las “autoridades” federales y estatales sólo se limitan a decir que los toques de queda no son oficiales y se apegan al gastado e inútil discurso de que se redoblan esfuerzos para regresar la normalidad al estado en donde también el crimen organizado controla el precio del limón, y han cerrado escuelas por temor a las balaceras.
Según la rumorología local, la guerra callejera la provocan grupos denominados “Los Mezcales” contra el “Cartel Jalisco”.